Me descubrí teniendo fascinación por los cambios. Soy una persona que siente físicamente la necesidad de cambiar; en general cambio mi aspecto, pero muchas veces modifico o elimino pensamientos. Asocio esta fascinación con mis estudios. Me maravilla ver cómo los reactivos interaccionan y lo que se ve cambia completamente, incluso puede pasar de ser sumamente dañino a algo que contribuye con la búsqueda de curas. A su vez, algo inocuo puede volverse mortal. Los cambios son fascinantes. Y en cuanto a mí, mi aspecto puede pasar de una puta arrastrada a una mujer seria y responsable. Quizás es mi manera de sacar todas mis formas al exterior.
Los cambios alivian, me dan la certeza de que no importa qué tan mala sea la situación actual, cambiará eventualmente. Buscar los cambios también me perturba, de por si ya me cuesta sentir que algo es Real, si siempre todo cambia, ¿qué me asegura que lo presente sea verdadero?
En un laberinto caminas sin rumbo y a menudo tienes la sensación de ya haber pasado por una determinada zona, tal vez sí pases dos veces por el mismo sitio, sin notarlo, porque cambias la manera de observar cada pequeño detalle. Dentro del laberinto te mantienes pensativo, silencioso, en busca del camino adecuado. He allí el por qué de "taciturno". En este blog te encontrarás sumergido en un laberinto que tiene etapas, guerras en su interior y cambios constantes, entre otros sucesos.
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