Suicidio, se excusaban;
pero "yo" no podía hacer nada, seguía condenada al silencio.
La desesperación se apoderó de mi, la impotencia...
¿Quién lloraría si muero?
No solía utilizar mal los tiempos, pero en esa ocasión lo hice.
Me autocorregí: ¿Quién llorará ahora que he muerto?
"Ahora que he muerto", dudo que alguien sepa que utilizará esa expresión algún día.
Mis pocos amigos estaban tristes, mi familia devastada, los que me conocían se confundían.
Sólo me queda esto, mi cuerpo etérico.
Esto poco que soy se dirigió a la cama de nuevo...
En un laberinto caminas sin rumbo y a menudo tienes la sensación de ya haber pasado por una determinada zona, tal vez sí pases dos veces por el mismo sitio, sin notarlo, porque cambias la manera de observar cada pequeño detalle. Dentro del laberinto te mantienes pensativo, silencioso, en busca del camino adecuado. He allí el por qué de "taciturno". En este blog te encontrarás sumergido en un laberinto que tiene etapas, guerras en su interior y cambios constantes, entre otros sucesos.
Ya te dije antes y te lo digo ahora, me encanta tu forma de escribir. Expresar mucho en pocas lineas, eso es genial :3
ResponderBorrar¡Muchas gracias! Se aprecia esto que decís :3
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