viernes, 13 de junio de 2014

You write so beautifully...

"You write so beautifully,
the inside of your mind
must be a terrible place".

   Concuerdo con esa frase, me han dicho que escribo bien y, si lo hago, es porque mi mente es un desastre. En el exterior tal vez no lo parezca, pero a cada instante hay miles de corrientes de pensamientos que azotan mi mente; si siguieran una línea sería soportable, pero son opuestos unos de otros, totalmente inconexos y carentes de sentido. Mi mente me asusta a veces.
    De mi boca no salen palabras todo el tiempo, razono de la siguiente manera:
    No regalaré de mi voz a quien no quiera oírla. A veces lo hago, no lo negaré, pero entro en un arrepentimiento profundo si hago esa excepción.

    ¿Por qué me expreso más y mejor escribiendo que hablando? La respuesta la he descubierto recientemente. En mi subconsciente hay un patrón mental fijo de que me debo callar y guardar mis pensamientos sin comunicárselos a nadie, así como también ha influido que desde que tengo memoria todas las personas me interrumpen sin siquiera dar señales de que me estaban escuchando. Le decisión que he expresado en el párrafo anterior, ¿acaso me priva de ser libre? Depende de la opinión de cada uno, para mí la libertad se encuentra en la mente, para otros en lo físico.
    La escritura me permite plasmar todo lo que nunca tuve la oportunidad de decir en voz alta. Hay una paradoja aquí, mucha gente me lee y a muy poca le interesa escucharme. Continuamente recibo buenas opiniones sobre mis textos. Con la misma continuidad soy silenciada. La última vez que me atreví a decir lo que pensaba en una situación, más tarde me han dicho que lo hice para "resaltar" y que fue completamente incorrecto e inútil, que podría haberme callado. Toda mi vida me he callado, ahora el menos tengo el consuelo de gritar metafóricamente mientras escribo. Y ni siquiera me daño la garganta, hay que ver el lado positivo de las cosas, ¿no?