jueves, 20 de agosto de 2015

El reflejo que habla.

   Y de repente te encontrás sola esperando que alguien te responda. Esperando la respuesta a una pregunta que no formulaste, esperando el consuelo cuando no confesaste tu dolor. Siempre sos la culpable, ¿no? No es el camino más fácil ni el más placentero, diría yo. Quizás es el correcto.
   Te cuesta creer que alguien puede quererte, qué ser tan despreciable sos. Y si estás mal, sólo podés esperar que la gente se quiera alejar. ¿Por qué tan inconforme con el mundo? ¿Por qué exagerás todo? No seas así, no es normal. Siempre llorás por nada, ni vos te aguantás. Dejá de cambiar.
   Jamás vas a dejar felices a todos, si es lo que esperás.
   Alejás a la gente, pero vos misma no te podés alejar. Lo intentaste, sí. Pero nunca más.
   ¿Qué problema tenés? ¿Necesitás que un psiquiatra te diagnostique? Siempre vas a estar loca, no es algo que se modifique.
   Siete meses limpia, ¿tenés abstinencia? Temés nunca librarte de aquello, habita en tu inconsciencia. Y aunque no lo quieras admitir siempre te vas a perseguir por el miedo a ser normal, a no querer despertar y dormida morir.
   Te sentís sola pero te llama la soledad. Te repugnan las personas pero a veces las necesitás.
   Y hay momentos que jamás vas a olvidar. Pero podés dejarlos ir.
   ¿Tanta atención requerís? El mundo no gira en tornl a vos, no te quieras mentir. Siempre sufriste ser masoquista y que teman amarte así. Temés que no te acepten, que te mientan, que te cambien; temés por sobre todo morir y despertar sabiendo que el mundo real no era ahí.

lunes, 6 de julio de 2015

   Nuestra vida es una eterna espera cuyo fin nunca llega, simulamos ser aquello que deseamos y hasta fallamos en llevar a cabo esto, vivimos siendo manejados por los hilos que crearon nuestros antepasados, por lo mencionado y por demás factores puedo afirmar que la naturaleza de la vida es abominable.
   Otorgamos un número a cada momento que pasa; pero si los números no existen, ¿es real aquel momento? Ya pasó, se escapó de entre nuestras manos sin que lo hayamos percibido siquiera, nunca volverá. Por eso hay quienes se empeñan en repetir siempre las mismas acciones, ¿no? Para simular que su vida tiene algún sentido cuando, verdaderamente, no lo tiene. 
   Somos marionetas participando de una estúpida obra sin trama ni final, manejados por diferentes entidades que jamás han visto ni un títere. 
¿Es posible escapar? 
   Admito que ciertas veces huyo a una suerte de País de las Maravillas, donde me siento real. Sé que es efímero, sé que pasará tiempo hasta volver a ver al conejo blanco, pero eso justamente es lo que los titiriteros no pueden quitarme: Mi anhelo, mi esperanza, mis conocimientos. ¿Acaso la libertad se encuentra allí? 
   Se creen dueños de mi libertad. Desde el comienzo ya están errados al afirmar con total seguridad la existencia de dicho término en la realidad. Así que lamento tener que informárselos, no son dueños de nada. También son marionetas, marionetas de sus propios deseos, de sus impulsos. Roza lo absurdo dirigirse a alguien indefinido, aunque de todas formas nunca nuestro interlocutor es absolutamente auténtico. Demasiadas vueltas, demasiados pensamientos, será mejor que vuelva a mi caja antes que mi titiritero note que corté mis hilos.

domingo, 5 de julio de 2015


Así nos sentimos frente a un otro ciertas veces, por debajo de él, encadenado a comunicarle nuestras intenciones, a dar explicaciones, a no dañarlo utilizando la mentira como herramienta cuando es "necesario".
Qué diferente me siento frente a los otros, pero he de reconocer que algún otro me hace sentir real, no como los otros.
Aunque, si no estamos con un otro, ¿qué nos asegura que estamos existiendo? Un hecho aislado no presenta fuentes seguras que lo atestigüen.
Nadie escucha cuando un árbol cae y se destruye en la soledad, sus semejantes carecen de oídos. 
Cuántos árboles vemos que no ayudan usando esa carencia como excusa.
Y cuántos terminan caídos por ser empáticos, también los hay que dejan caer sus hojas, pero sin moverse.

sábado, 20 de junio de 2015

Me encanta ser frentona, narigona, tener un labio más grande y salido que el otro, cambiarme el color y el estilo de mi pelo, no tener las dimensiones corporales que se consideran “perfectas”, etcétera, etcétera, etcétera… Estoy conforme con el cuerpo que me tocó tener en esta vida y agradezco tenerlo, le guste o no a la gente. Nadie, o tal vez todos, somos perfectos a nuestra manera; no dejes que nadie te diga que no sos hermoso/a. Sobre todo porque lo que vemos, lo físico, es efímero, limitado, y hasta frágil. No tiene prácticamente importancia alguna el cuerpo, acá vendría la típica frase “lo que importa es lo de adentro”. Pero es que es así, nada es más importante que lo que sientas y pienses…no por eso vas a dañar tu cuerpo físico, éste es solo un canal para que llevemos a cabo nuestros sueños, metas, y que intentemos encontrar la felicidad, pase lo que pase…

viernes, 1 de mayo de 2015

(...)
-Si ya pasó, ¿existe?
-Lo estás pensando ahora, otorgándole un propósito para hacerlo.
-Entonces sólo puede existir si tiene un por qué. ¿Cuando pienso algo ya lo estoy creando?
- Pensar en la lluvia no hará que llueva.
-A veces sí.
- Mera casualidad.
-Así que reconoces que la la casualidad existe.
- Claro, pues el azar guía nuestros días.
-¿No es el destino?
- Destino , casualidad, Dios, azar, muerte, nombres creados por los hombres para explicar aquello que desconocen.
-Si yo hiciera mi propio mundo, nada tendría un nombre definido.
- ¿Por qué?
-Exacto.

sábado, 11 de abril de 2015

Ningún título ni razón, sólo estaba aburrida.

Qué dilema presenta percatarse de la existencia ajena como un hecho aburrido. Sólo caras, gestos. Aunque siempre detrás del cuerpo físico hay algo más. Un algo que nos hace enamorar, odiar, admirar, etcétera. Cierto es que la mayoría de las personas me resultan aburridas, intrascendentes. Únicamente me divierte analizarlas, es fascinante; aunque, seguramente esté errada en muchas de mis interpretaciones en cuanto a las actitudes de tales seres. Insisto, ¡qué aburridos se han vuelto todos! Son tan predecibles en su cotidianidad. Somos el producto de nuestras rutinas, un producto carente de un carácter interesante.
Toda la vida nos enseñan supuestos hechos comprobados por el parámetro que mejor beneficia a quien maneja los hilos. Y aprendemos muchísimo, cosas inútiles y útiles...¿Útiles e inútiles para quién? ¿Quién dice que aprender a hablar Dothraki o High Valyrian no servirá, por ejemplo? Otro asunto, es muy común (esta horrible palabra aburrida) decir que de cada situación negativa aprendemos; me pregunto, ¿es necesario sufrir para aprender? ¿Por ello "duele" estudiar en la escuela? A veces enseñar duele también.
Personalmente, no me aburre ser yo. Hay personas a las que causaré aburrimiento, claro está. Quizás por la diferencia entre mi ritmo al hablar/pensar y los suyos. Desvarío, mucho. Pienso cientos de cosas diferentes al mismo instante, y nunca concluyo ningún pensamiento. A veces lo reflejo cuando hablo. Aunque, poco importa hablar de mí, y sólo lo anterior es relevante como simple ejemplo.
¿Por qué algo nos resulta aburrido? Porque es común, normal, hay mil opciones...También puede ser porque no lo entendemos, ¿no?
Otro punto interesante: El aburrimiento sano. Siempre hay momentos en los que nos vamos a aburrir, tendemos a rellenar esos espacios con acciones vanas. Si no lo hacemos, el aburrirnos puede resultar sumamente productivo. En situaciones momentáneas como esas pueden surgir todo tipo de cosas, aunque una es la que más me interesa: Las ideas. Antes de encontrarnos allí, sin nada más que hacer que mirar el techo en silencio, quizás nunca hayamos pensado en algún por qué. ¡Cuán importante es cuestionarse y qué pocos espacios se dan para dar lugar a semejante hazaña!

martes, 7 de abril de 2015

2.

He perdido la cuenta de las veces que hemos compartido verdades antiguamente encriptadas,
y de cómo entendiste que estuvieran escritas con sangre.
Al igual que las tuyas.
Quizás seamos la misma persona, y esto sea un sueño en el que imaginamos ser mitades.
Aunque en realidad me siento así, como una fracción alborotada que en su complemento encuentra la calma.
¿Cómo podrías no gustarme? Si escuchando tu voz viajo,
me elevas y traes de vuelta lentamente en tus cálidas alas.
Todo el mundo puede hacer promesas y buscar razones.
Cualquiera se apropia palabras.
Pero somos diferentes, no por aparentar, ni por alguna razón.
No damos explicaciones; simplemente somos.
El pasado ya no me persigue,
pues sólo conoce el camino por el que transité siempre;
caminar no es lo nuestro,
volamos.
La vida es una eterna búsqueda sin guía ni éxito.
Cada vez que creí encontrar algo, lo he perdido.
Por eso existí y existo buscando.
Vos buscás conmigo.
Sin preguntas, buscamos.
Perdiéndonos, encontramos todo.

Perdí mucho con vos:
Me hiciste perder el pasado, la Luna casi plateada del corazón de metal, la perdición, el abismo, todas las catástrofes.
Tus palabras son viento, ráfagas que me envuelven en un aroma que sólo yo percibo.

Incluso tenemos idiomas propios, ¡cómo podría alguien decirnos que no hemos nacido para encontrarnos!
Juntos como uno contra todos los demás, corriendo juntos hacia lugares que la gente teme visitar.

He sido comparada con una rosa, mustia;
causante de heridas usando sus pétalos como distracción.
Vos me quitaste las espinas y transmutaste mi color.
Sólo nosotros sabemos lo que aprendimos juntos.

Cuando no esperaba que nadie me salvase, apareciste.
Ésa es una de las cualidades más importantes de un héroe:
Acudir sin ser llamado cuando se necesita su ayuda, sin esperar nada a cambio, salvar en silencio.
Me salvaste, y hasta quizás yo a vos.
Nos daremos mil besos antes de enterarnos que el mundo se terminó.

Somos dos psicópatas con sentimientos, creo que al estar juntos salvamos a mucha gente de morir.

Esto que escribo será eterno, pues ni me he acercado a demostrar una mínima parte de lo que causás en mí.
Si te vieras en el espejo a través de mis ojos, sabrías que no podría acompañar a nadie más.
¿Cómo podría siquiera rozar a otro ser? Cada vez que respiro recuerdo que es por vos.
Secas mis lágrimas cuando una ficción genera mi llanto.
Me has visto pensar cada movimiento, observando cómo viaja mi alma.
Sin perder detalle, me tratas como si fuera la existencia más única y bella del Universo.

He querido ser la típica princesa, y esperé un beso como salvación.
Creí ser experta en encontrar cosas, mientras me dedicaba a perderlas.
Creo ya no ser así, agradezco a Baal que vos no lo seas.

Miedos, coherentes o no, existen y viven en nosotros.
Sé que siempre habrá alguno, aunque escondido esté.
Pero, ¿son importantes?
¿Qué es lo importante? El presente. Creo que pensás lo mismo.
Estamos juntos hoy, si en este momento un miedo se manifiesta, expresémoslo.
No nacimos para llorar, vivimos para reír como niños, para encontrar, para volar, para perder.
Claro que me encanta lo que causás en mí, y cómo sos conmigo y en mi presencia.
Lo que amé siempre fue que tu esencia es verdadera, no fingís con nadie.

Te elijo todos los días, y juntos le decimos al Dios de la Muerte que hoy no nos llevará.
Entendés cada una de mis locuras, seguís mi ritmo, relajás esta mente acelerada, curás mis heridas abiertas tiempo atrás (creo que dejaré de contar los días). Me acompañás en todo.
Besás hasta las más tontas de mis heridas.
Nunca creí posible que la vida me pareciera útil, mucho menos hermoso. Ni duradero.
Con vos me siento inmortal, invencible.
Ni escribiendo mil hojas acercaré a expresar todos mis senti/pensamientos, espero haberte dado una idea.
Gracias por más de 77 días, por el comienzo, el cambio, por ser y mil "cosas" más.
Pd.: Che, te amo.
See you soon, my hero.

Sofía.

Conejos nacidos del sombrero.

Qué curioso aquel mago. Él, sin poseer sorpresa alguna respecto de sus trucos, dándome una flor que hizo aparecer dijo "Nunca dejes de sorprenderte".
¿Por qué me eligió a mí, de entre toda la gente, para recitar justo esa frase tan correcta y profunda? Quizás porque festejaba su magia cual niño pequeño, pues hay que asombrarse de todo. Tal vez vio eso en mí, asombro a pesar de que implícitamente ambos sabíamos que los trucos eran eso, trucos. ¿Acaso eso les quita realidad?
Azar; otra posibilidad. Qué poético hubiera sonado mencionar en el párrafo anterior que aún conservo la flor. Si me eligió azarosamente, quedaría completamente patético.
Pero, ¿existe el azar? ¿O todo está predestinado? ¡Qué aburrida la última posibilidad! Dan ganas de suicidarse, ¿o no? Aunque, también, la muerte es tan simple, cuando la vida está llena de posibilidades. Si existe tal, claro está.
Las sorpresas, cómo olvidarlas. Personalmente, las adoro. Aunque cabe destacar que cada vez que tengo la certeza de que habrá una, debo saberla. Terminando así con la sorpresa en sí. Qué contradicción.
También, ansío conocer absolutamente todo. A cada instante le atribuyo preguntas incontables, a veces buscando respuestas. Sorprendiéndome en cada momento, sólo encuentro más interrogantes. Lo cual me resulta fascinante. Y pertubador.
Qué facil se termina la magia, qué difícil volver a creer. Cuando somos niños, creemos desmedidamente; a medida que nos convertimos en adultos, aprendemos, conocemos y nos acostumbramos, nos volvemos incapaces de pensar en una mínima posibilidad de que nos podamos comunicar con las mariposas.
Hace poco, pensé en una cierta cantidad de cosas que haría antes de morir. Claramente, no podía decir que moriría por ver un dragón. Actualmente, no existen. Pero, ¿por qué no creer que pueden existir? ¿Por qué no tener esperanza? Quizás porque en el mundo actual hay una resignación masiva, o porque las sorpresas suelen ser negativas.

viernes, 13 de marzo de 2015

   En el medio de aquel mundo dos páginas vacías estaban, nade las había notado.
Se descubrieron juntas, aunque creyeron que de un reflejo se trataba.
El mundo no hubiera llegado a comprender, ya que ambas estaban a sus espaldas, invisibles a sus ojos.
Compartiendo todo, fueron uno.
Y, como unidad, razgaron el papel creyéndose en soledad.
Ardieron, junto con sus mundos.
Quizás nunca sabrán que no existen los espejos.

domingo, 22 de febrero de 2015

Eternidad.

La muerte es un estado imaginario,
no creo en ella, no hay confianza entre nosotras,
pues la he burlado numerosas veces.
No porque quisiera vivir.

Hay decisiones que algunos seres no pueden tomar,
la de vivir y la de morir.
Vida y muerte.
Ellos son los notables, los efímeros.
Nosotros somos su némesis,
en su final, presentamos nuestro prefacio.
Sé cómo es volar, y caer en la profundidad.
Caer, caer, caer.
Volar, volar, volar.
Estoy aquí para hacer formular preguntas infinitas.
Volaré gritando "¡INFINITO!"
Porque soy inmortal.
No por mi legado, tal vez por las letras que me apropio.
Yo, nosotros, decidimos vivir o morir.

Nos llaman de muchos modos,
sólo uno es apropiado.
Los otros no nos entienden,
en su espiral de colores vivos (muertos)
no advierten los colores muertos (vivos).
Ellos vivirán y morirán cuando así los disponga...
¿El destino? ¿La muerte? ¿"Dios"?
Como quieran llamarlo, es irrelevante.
En cambio,
viviremos o moriremos
eternamente.
Depende de nosotros.

Bienvenidos a la Sociedad de los Eternos.