martes, 29 de julio de 2014

Fucking perfect.

    Comenzaré a escribir mencionando una obviedad: No soy perfecta. Me pregunto si alguien lo será. Claro, hay personas que pueden significarnos la perfección personalmente; pero ¿existe un ser perfecto completa y universalmente? YO lo dudo mucho, todos tenemos expectativas del otro diferente y a veces contrarias unas de otras. Nunca podremos satisfacerlas en su totalidad; hay quienes lo intentan, por ejemplo, yo solía hacerlo. Ya no es mi deseo ni intención. A sabiendas de que es una tarea imposible, es por demás y en exceso desgastante, aburrida, tediosa y mortal. Es decir ¿PARA QUÉ MIERDA QUIEREN SER PERFECTOS? Las mayúsculas están enfatizando mi alteración, alteran mi energía con la suya. A continuación, a modo de ítems, expondré las crudas y des-cegadoras verdades que me hubiera gustado leer cuando intentaba alcanzar la perfección (gente perfeccionista abstenerse o leer lentamente) :
    -NUNCA vas a ser perfecta para TODOS.
    -SIEMPRE alguien va a encontrar algo con lo cual criticarte, por ejemplo, yo te criticaría por ser perfeccionista JAJA.
    -¡¡¡NO SIRVE DE NADA!!! O sea, ¿qué ganás?
    -No van a detenerse, te van a seguir lastimando y usando sin compasión por tu debilidad. Es más, lo harás adrede y constantemente.
    -No borrarás ni olvidarás tu pasado y la culpa que cargas con ello.
    -Escribir en tu brazo "Perfect" (sí, en inglés porque es más cool) con una cuchilla no te hará perfecta.
    -Es un hábito adictivo y dañino.
    -No hará felices a tus padres por mucho tiempo.
    -No hará que los profesores te miren diferente, seguirás siendo su alumna/o , sólo una calificación, un número, otro par de hojas que corregir.
    -No tendrás más amigos, o tal vez sí, pero te seguirás sintiendo vacía/o.

    Podría seguir. En fin, mi humilde consejo (que nadie me ha pedido, por cierto) es: Si querés ser perfecta/o selo, pero bajo TUS parámetros.

viernes, 18 de julio de 2014

Everything is connected by light.

   Cuando dejas de comportarte y verte a ti mismo como una víctima, cambia la visión del mundo en el que vives. Creía que la mayoría de las personas competía entre si por quién era mejor, pero ahora hay una competencia centrada en la victimización. Quien más exagere su dolor, gana.
   La vida se centra en aspectos tales como la niebla. Al salir a la calle, he distinguido a los demás autos por sus luces encendidas. Los choques se producen cuando no llevan éstas correctamente y no los ven por ello. Sólo prestamos atención a las sombras, pero podemos elegir ver la luz. Ver cómo todo se conecta con la iluminación propia es fascinante.
   Yo estoy intentando elegir ver la luz en las personas, aunque sus acciones se empeñen en hacer resaltar su sombra y no quieran iluminarse a ellos mismos.

   Sé que no suelen ver mi luz, pero yo la llevo encendida para que, quien desee, la vea.

sábado, 5 de julio de 2014

We're all mad here.

"The little girl just could not sleep because her
thoughts were way too deep, her mind has
gone out for a stroll and fallen down a
rabbit hole
".
   Sigue al conejo blanco, atraviesa el espejo, nadie te detendrá.
   La libertad encontrarás, pero tu mente se irá.
   Toda magia tiene un precio que deberás pagar.

   Yo lo seguí una vez,
   crucé el espejo, nadie logra descubrir cómo es.
   En el otro lado, se ve con claridad,
   no existe el "tal vez".

   Tan extremo, oscuro y abrumador.
   ¿Es normal que a mí me parezca común?
   El tiempo se mide en momentos, como debe ser.
   Aquí nadie llora por un ayer.
   A veces olvido de qué lado estoy, nadie me lo hace saber.
   Cómeme, bébeme...
   Aunque no tengas sed.
   Nada podrá llenar ese vacío en tu ser.

Soñé que estaba perdida.

En mi sueño, estaba perdida. Era esa perdición inconsciente, y por demás incoherente. Querían encontrarme, aún cuando parecía imposible y las causas eran difusas. Era como si...no estuviera viva. Como si nunca hubiese existido.
Estaba en un laberinto etérico, parecido al mental.
Para perderse, primero hay que encontrarse, ¿acaso era al revés? De todos modos, en la realidad o en la ficción, todos hemos experimentado la sensación inconfundible de la perdición y la cualidad efímera del encuentro. He visualizado el desencuentro ajeno, imaginariamente. No podría calificarse de placentero, aunque tampoco ha sido tortuoso. Ya he olvidado mi sueño, no sé si sigo en él o no, porque no lo recuerdo. Eso sucede con cotidianidad, perdemos de vista el mundo en el que vivimos o creemos vivir y comenzamos a soñar, ¿o despertar?