domingo, 5 de abril de 2020

Con diferentes medidas y métodos
todxs nos terminamos suicidando.
Algunas personas permiten que avance una enfermedad,
otras tienen hábitos destructivos,
esos son caminos, usualmente, lentos.
Otras personas prefieren métodos más rápidos.
Sea cual sea la velocidad, todxs nos estamos suicidando.
La mismísima existencia es una sentencia.

La muerte es obvia
no te hace mejor seguir con vida,
no les hace peores a quienes ya concretaron lo inevitable.

El hecho de que vivas puede ser ignorancia y casualidad,
cobardía
o coraje.

El hecho de que hayan muerto es igual.

Yo personalmente otorgo la misma valentía a ambas situaciones.

Para morir se requiere un valor increíble,
y para quienes quedamos vivxs
sin fuerza día a día pasamos a algo intermedio.
Ni vivxs
ni muertxs.
Entes tibios que alguna vez sufrieron demasiado.
Y para ser así no se necesita valentía.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario