domingo, 19 de enero de 2014

No tienes poderes sobre mí. Capítulo 2.

     -Tras riesgos incontados y grandes e innumerados infortunios yo he peleado para encontrar  este castillo más allá de la ciudad de los Gnomos y recuperar al niño que tú me has hurtado, pues mi voluntad es tan dura como la tuya y mi reino es poderoso también, tú...
-Sarah nunca recordaba esa última línea...- dijo el joven junto a la muchacha que recitaba.
      Él había hablado, como estabas los dos solos sentados en el banco situado en el centro de la gran plaza junto al lago sería obvio que se hubiera dirigido a Lilith, que estaba a su lado, pero ella sintió que él le hablaba a algo mucho más lejano y supuso que Toby no quería que la frase fuera finalizada.
      Lilith separó su vista de las palabras escritas en el libro y se volvió hacia su amigo, el chico de cabellos rubios y ojos celestes tenía la mirada perdida, parecía estar a punto de soltar una lágrima. La muchacha frunció el entrecejo y al fin habló luego del profundo silencio que causaba, como siempre, mencionar a Sarah.
    -¿Qué le pasó exactamente?- dijo Lilith, luego se mordió su labio color rojo sangre.
    -Nunca me dijeron específicamente en qué consistía su enfermedad- la voz en su respuesta fue fría, pero ella podía ver más allá de todo aquello.
     - ¿No sabés si fue algo que surgió, es genética, o algo?
     -No, tampoco estoy seguro de que ellos lo sepan. De todos modos, ella ni siquiera es mi hermana de sangre, sólo tenemos a nuestro padre en común; pero siento que le debo algo a Sarah...-Tobías fijó la mirada en su amiga cuando terminó de hablar.
     -¿Tienes recuerdos de ella?
     Ambos se miraban profundamente, Lilith no se sentía cómoda en esa situación con cualquier persona, pero podía mirar esos ojos celestes y permitir que éstos miren sus ojos marrones sin sentir disgusto alguno.
     -Mi último recuerdo de ella es que estamos en mi cuarto, Sarah estaba muy enojada y comenzó a contarme una historia para que yo dejara de llorar. Es extraño que yo recuerde esto, yo era muy pequeño. Luego de eso vacío. Según lo que sé, a la mañana siguiente ya estaba loca.
     -Tiene que haber una causa...
     -Nunca des las cosas por hecho.
     -¿Qué?
     -Sarah lo decía, comenzó a hablar sobre muchas cosas cuando alucinaba, algunas de ellas tenían sentido.
      Lilith tuvo un escalofrío, tal vez por el viento frío que acechaba o porque se sorprendió con la realidad de las palabras de su amigo. Cuando Sarah alucinaba decía cosas con sentido. No dar algo por hecho.
     Toby posó su mano en la pierna de su amiga para traerla de nuevo a la realidad, ya que la notó ida como muchas otras veces. Ella se sobresaltó.
     -Me dijiste que Sarah creía ver a los personajes de este libro.-sostuvo a la altura de sus ojos el viejo libro rojo.
     -Así es.
     -¿Ve a todos?- parecía una pregunta intrascendente
     Tobías no supo a dónde quería llegar; aún así, le respondió.
     -A todos...Excepto al Rey de los Gnomos.
     -Jareth. Qué curioso.
     -Aunque sí dice que él estaba enamorado de ella.
     El viento volvió a soplar y comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia, Toby cubrió con su abrigo a Lilith y recorrieron corriendo la plaza dirigiéndose a la casa de él. Ésta tenía una carga en su aura muy potente, entre otras cosas, por sus recuerdos.
    Como siempre, la lechuza vigilaba.

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