Porque sé que puede ser el último, y realmente lo sé. Sé que puede agarrarme una crisis y no me tiembla el pulso a la hora de ver sangre. Sé que puede ser la última vez que te hable o que te vea. Por eso no dejo pasar oportunidades. Por eso, si puedo, me despierto bailando, para que así me recuerden.
Quizás tenga una forma particular de ver la muerte, la gente siempre dice "al menos ya no sufre" pero realmente no lo sienten en mi opinión; es egoísta sufrir por la muerte, aunque sea difícil. Al principio me surge ese pensamiento egoísta, pero realmente recuerdo que muchas veces contemplo esa opción con paz, la vida a veces es muy dura y entiendo que quieran dejar de sufrir. Creo que yo pienso muchas cosas en torno a las probabilidades, y en la cantidad de estados que se pueden alcanzar. Si dejamos pasar el tiempo suficiente, vamos a explorar todos los microestados posibles correspondientes al macroestado de la vida. Entonces, viviendo hay muchas posibilidades de que en algún tiempo pueda llegar a experimentar estados que me interesa sentir. Hay más posibilidades. No sé si definir a la muerte como el estado fundamental de menor energía y más probable, o el de mayor energía donde es más difícil llegar. Creo que hay muerte tanto arriba como abajo de la superficie de energía potencial que me imagino que es mi vida. Si no hacemos nada, morimos. Si las experiencias nos dañan, nos sentimos rotos y ya no vemos sentido a nada, la energía de activación para llegar al máximo estado de energía disminuye como si actuara un catalizador en una reacción química, y se hace más alcanzable, también muerte.
En realidad vivir es ir flotando entre los puntos intermedios y de alguna forma u otra siempre estamos cerca del pozo o del máximo.
Por eso tengo una visión particular, y no creo que haya algo que nos aleje de la muerte, no me aprece posible maximizar la energía. Solamente podemos pasar de un estado a otro, que estén más cerca de una forma de morir, o de la otra.
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