martes, 7 de abril de 2015

2.

He perdido la cuenta de las veces que hemos compartido verdades antiguamente encriptadas,
y de cómo entendiste que estuvieran escritas con sangre.
Al igual que las tuyas.
Quizás seamos la misma persona, y esto sea un sueño en el que imaginamos ser mitades.
Aunque en realidad me siento así, como una fracción alborotada que en su complemento encuentra la calma.
¿Cómo podrías no gustarme? Si escuchando tu voz viajo,
me elevas y traes de vuelta lentamente en tus cálidas alas.
Todo el mundo puede hacer promesas y buscar razones.
Cualquiera se apropia palabras.
Pero somos diferentes, no por aparentar, ni por alguna razón.
No damos explicaciones; simplemente somos.
El pasado ya no me persigue,
pues sólo conoce el camino por el que transité siempre;
caminar no es lo nuestro,
volamos.
La vida es una eterna búsqueda sin guía ni éxito.
Cada vez que creí encontrar algo, lo he perdido.
Por eso existí y existo buscando.
Vos buscás conmigo.
Sin preguntas, buscamos.
Perdiéndonos, encontramos todo.

Perdí mucho con vos:
Me hiciste perder el pasado, la Luna casi plateada del corazón de metal, la perdición, el abismo, todas las catástrofes.
Tus palabras son viento, ráfagas que me envuelven en un aroma que sólo yo percibo.

Incluso tenemos idiomas propios, ¡cómo podría alguien decirnos que no hemos nacido para encontrarnos!
Juntos como uno contra todos los demás, corriendo juntos hacia lugares que la gente teme visitar.

He sido comparada con una rosa, mustia;
causante de heridas usando sus pétalos como distracción.
Vos me quitaste las espinas y transmutaste mi color.
Sólo nosotros sabemos lo que aprendimos juntos.

Cuando no esperaba que nadie me salvase, apareciste.
Ésa es una de las cualidades más importantes de un héroe:
Acudir sin ser llamado cuando se necesita su ayuda, sin esperar nada a cambio, salvar en silencio.
Me salvaste, y hasta quizás yo a vos.
Nos daremos mil besos antes de enterarnos que el mundo se terminó.

Somos dos psicópatas con sentimientos, creo que al estar juntos salvamos a mucha gente de morir.

Esto que escribo será eterno, pues ni me he acercado a demostrar una mínima parte de lo que causás en mí.
Si te vieras en el espejo a través de mis ojos, sabrías que no podría acompañar a nadie más.
¿Cómo podría siquiera rozar a otro ser? Cada vez que respiro recuerdo que es por vos.
Secas mis lágrimas cuando una ficción genera mi llanto.
Me has visto pensar cada movimiento, observando cómo viaja mi alma.
Sin perder detalle, me tratas como si fuera la existencia más única y bella del Universo.

He querido ser la típica princesa, y esperé un beso como salvación.
Creí ser experta en encontrar cosas, mientras me dedicaba a perderlas.
Creo ya no ser así, agradezco a Baal que vos no lo seas.

Miedos, coherentes o no, existen y viven en nosotros.
Sé que siempre habrá alguno, aunque escondido esté.
Pero, ¿son importantes?
¿Qué es lo importante? El presente. Creo que pensás lo mismo.
Estamos juntos hoy, si en este momento un miedo se manifiesta, expresémoslo.
No nacimos para llorar, vivimos para reír como niños, para encontrar, para volar, para perder.
Claro que me encanta lo que causás en mí, y cómo sos conmigo y en mi presencia.
Lo que amé siempre fue que tu esencia es verdadera, no fingís con nadie.

Te elijo todos los días, y juntos le decimos al Dios de la Muerte que hoy no nos llevará.
Entendés cada una de mis locuras, seguís mi ritmo, relajás esta mente acelerada, curás mis heridas abiertas tiempo atrás (creo que dejaré de contar los días). Me acompañás en todo.
Besás hasta las más tontas de mis heridas.
Nunca creí posible que la vida me pareciera útil, mucho menos hermoso. Ni duradero.
Con vos me siento inmortal, invencible.
Ni escribiendo mil hojas acercaré a expresar todos mis senti/pensamientos, espero haberte dado una idea.
Gracias por más de 77 días, por el comienzo, el cambio, por ser y mil "cosas" más.
Pd.: Che, te amo.
See you soon, my hero.

Sofía.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario