martes, 15 de abril de 2014

Quizás, algún día...

      Y la pequeña oruga comenzó con su vida. No, eso es incorrecto. Si ya estaba viva...Pero ¿Acaso ésa era la respuesta? ¿Debería permanecer siempre así? Evidentemente no, la metamorfosis había comenzado. Ella existía, pero eso es muy diferente de vivir ¡Ojalá vivas todos los días de tu vida! La oruga tuvo la necesidad de cambiar, por decisión propia o no, ella estaba en un proceso.
     Se sentía extraño...no se comparaba a nada ¿Eso era malo? No necesariamente ¿Dolor? No, eso no. Estaba... completándose. Tuvo que irse, aislarse, encerrarse en su capullo. A veces hay que alejarse, tomar perspectiva, para a modificarse.
     Estaba ajena a todo, en soledad. "¿En qué me convertiré?, pensaba. Lo inevitable. Sólo podía imaginar una respuesta abstracta e inconcreta que se asemeje a lo próximo. La emoción de la sorpresa, el miedo a lo desconocido.
    El pasado será un leve recuerdo, la primera etapa de una tempestad.
    La pequeña oruga comenzó a vivir ¿Tú ya has comenzado? Algunos sólo se conforman con existir, sin inquietudes, sin sentido.
    El cambio seguía. Se le cruzó la idea del arrepentimiento. No había vuelta atrás. Desesperación, miedo, incertidumbre...
     Ya no puede volver al pasado, cuando el proceso del cambio es llevado a cabo, no se puede evitar su avance.
      Pero ella sabía lo que quería, e iba a continuarlo. O morir en el intento, hay que intentarlo, sólo eso; y quizás, algún día, consigas ser aquello que deseas.
     Porque el cambio debe comenzar en uno mismo, y hay que ser valiente aunque se tema.
   
      Ya casi terminaba de cambiar. Ahora falta la última etapa, y la más difícil. Salir del capullo y enfrentar al mundo. Llevar el cambio a todos y ¿Por qué no a todos?
      Entonces, sucedió...
      Y el mundo la vio, evolucionada, convertida en una poderosa mariposa.
       Ahora, aprovecha el esfuerzo ¡Sigue cambiando! Ella pasó volando, llenando de magia con cada aleteo. Voló junto a una humana, eran de especies diferentes pero se encontraban similitudes en tantos aspectos... Y ambas pensaron:

"Quizás, algún día..."

Ahí quedó el pensamiento, no pudieron expresar las infinitas posibilidades que se les ocurrieron.

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