martes, 17 de diciembre de 2013

Mirada morbosa.

Estaba sumida en mis pensamientos cuando comencé a sentirme observada. Unos ojos desorbitados se habían posado en mí, casi parecía sugestión. No lo era.
Observa cada uno de mis movimientos mientras yo vigilo que no se aproxime, no por miedo o desconfianza, precaución kármica.
La boca desagradablemente abierta, la mirada morbosa.

Ahora que me encuentro limitada surge una duda...¿Por qué siento que no es la primera vez que me miran así?
"La sociedad", contestó mi subconsciente.
Así era, la sociedad me recordaba a esta mirada, a esta sonrisa burlona, y al aspecto desalineado.
Tal vez sólo sea una malinterpretación, minutos después descubriría lo que en realidad era...

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