Ciertas ocasiones creo que vuelvo a padecer lo que muchos llamarían "locura",a veces creo que alucino y hay miles de voces en mi cabeza que me proponen millones de cosas para hacer.
Un día, estaba a punto de bajar una escalera, me desafié a imaginar qué posibilidades de accionar tenía desde donde estaba hasta el último escalón. Encontré más de diez decisiones distintas que podría haber tomado en ese pequeño tramo.
A veces veo sombras, y veo cosas que nadie más ve, percibo sensaciones que nadie más puede sentir y tengo pensamientos que nunca se le podrían ocurrir a alguien cuerdo. Tal vez me equivoco y sí hay alguien que puede todo lo anterior, pero yo no tengo conocimiento sobre ello.
En un laberinto caminas sin rumbo y a menudo tienes la sensación de ya haber pasado por una determinada zona, tal vez sí pases dos veces por el mismo sitio, sin notarlo, porque cambias la manera de observar cada pequeño detalle. Dentro del laberinto te mantienes pensativo, silencioso, en busca del camino adecuado. He allí el por qué de "taciturno". En este blog te encontrarás sumergido en un laberinto que tiene etapas, guerras en su interior y cambios constantes, entre otros sucesos.
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